martes, 22 de junio de 2010

















El pintor va a seguir también el suyo, pero se detiene.
Vuelve la cabeza, abandona el balde y los pinceles junto a una pared y se decide a seguir a la mujer.
Unas veces lo hace con sigilo, sobre las puntas de los pies.
Y otras coloca las manos como viseras sobre los ojos.
Parece entonces que observa un paisaje lejano.

sábado, 5 de junio de 2010















En realidad, ¿quién no ha tenido la horrible experiencia de estar sentado delante de una hoja en blanco que le sonríe a uno con su boca desdentada: "adelante, ¿vamos a ver si me pones la mano encima?"
Una página en blanco es enrealidad una puerta encalada sin ninguna puerta ni ventana. Empezar a contar una historia es como tontear con una persona totalmente desconocida en un restaurante.